antes de salir el sol

Levantarme
antes que el sol. Cuando el mundo todavía duerme. Hace frío. No
importa. Esa es la calma que el bosque necesita para cantarme sus
palabras. No los oigo pero intuyo sus respiraciones, en el interior de
la casa, la calidez que los arropa teje sus sueños. Aquí afuera, sin
embargo, bulle una vida silenciosa, todavía oscura. Aquí afuera las
metáforas se confunden con las sombras. Dan vueltas las historias, como
animales enjaulados. Las hojas murmullan. La humedad me habla de la vida
vertical, de la eterna caída. Las letras vienen, sin descanso, hasta
mí. 

Imagen Roberto Kusterle (web)

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