3.
Nadie sabe
lo
escondida que voy
escondida que voy
en
este cuerpo que me finge.
este cuerpo que me finge.
4.
(Tengo una
puerta si la abro es un oráculo)
puerta si la abro es un oráculo)
6.
Rota y con
las manos en el pecho,
las manos en el pecho,
tejida
la boca, el
cuello, una clavícula.
cuello, una clavícula.
Llena de
costuras:
costuras:
Cosida a mí
misma por mí misma
misma por mí misma
madeja
-hilos de
estopa verdirroja-.
estopa verdirroja-.
Enhebro y
desenhebro.
desenhebro.
La ausencia
borda
borda
(aguja,
urdimbre, estambre).
urdimbre, estambre).
Mi cuerpo
es un telar.
es un telar.
8.
Pronuncio
mis palabras
mis palabras
suenan
distinto, son
distinto, son
como
pequeños hijos
pequeños hijos
de mi boca
10.
El camino
se hizo de mujeres
se hizo de mujeres
-guedejas
de silencio,
de silencio,
invierno
lento y húmedo-:
lento y húmedo-:
Múltiples
islas, hogares
islas, hogares
de piélago
oscuro (y sin embargo fértil),
oscuro (y sin embargo fértil),
casas donde
aúlla rápida
aúlla rápida
la
dolorosa, extática
dolorosa, extática
unión de
la intimidad
la intimidad
y
el mundo
el mundo
11.
Mírala:
pantera. Ella goza.
pantera. Ella goza.
Llena de
carne, firme,
carne, firme,
blande sus
garras de pétalo frágil.
garras de pétalo frágil.
No exige.
Conoce el equilibrio
Conoce el equilibrio
profundo de
las cosas, el núcleo
las cosas, el núcleo
hirviente
de todo.
de todo.
Mírala: se
desliza
desliza
exuberante
y poderosa
y poderosa
entre las
enredaderas de la piel.
enredaderas de la piel.
Pantera.
Animal a la
luz, mujer de agua
luz, mujer de agua
12.
Mírala:
pantera. Ella ruge.
pantera. Ella ruge.
Su
oscuridad es profunda
oscuridad es profunda
y tiene
ojos.
ojos.
Su cuerpo
de aceite arde,
de aceite arde,
ofrece la
sangre que va a derramar
sangre que va a derramar
por todas
sus sombras.
sus sombras.
Pantera.
Animal a la
luz, mujer en llamas.
luz, mujer en llamas.
16.
Yo había
conocido mi casa:
conocido mi casa:
Sus
cráteres como alfileres,
cráteres como alfileres,
su
esqueleto blanco
esqueleto blanco
de orilla
de playa de coral.
de playa de coral.
La había
conocido, palmo a palmo.
conocido, palmo a palmo.
como una
piel que se estira, se encoje, se estría,
piel que se estira, se encoje, se estría,
piel madre,
parturienta,
parturienta,
caracol
marino abandonado.
marino abandonado.
Hoy la casa
lejana y húmeda
lejana y húmeda
donde dejé
a mis hijos –cálidos todos,
a mis hijos –cálidos todos,
apenas
larvas de mujer-
larvas de mujer-
tiene el
caparazón molido y se parece
caparazón molido y se parece
a un
cementerio.
cementerio.
Mi casa.
Guarda mis
huesos.
huesos.
20.
Y en la
orilla olor a seba,
orilla olor a seba,
animales
varados, huesos de tiempo,
varados, huesos de tiempo,
surcos,
pasadizos, corrientes.
pasadizos, corrientes.
Desconocida
y brotada,
y brotada,
el
mar es una hembra que gime.
mar es una hembra que gime.
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Ha sido un verdadero placer descubrir la poesía de Isabel Piñana, la poesía de la sal y de la isla. Poesía del cuerpo identitario, negado, aéreo y sumergido, el cuerpo como piélago y reducto, refugio y campo de batalla. Estos poemas pertencen a su libro inédito «Las islas que me habitan – Itinerario interior». Isabel Piñana es filóloga por la Universidad de Salamanca y doctoranda en Crítica Literaria Feminista por la Universidad de Barcelona. Actualmente trabaja como maestra de español en las islas.
Todas las imágenes son de Noell Oszvalds.








